Síndrome del agotamiento o burnout
Herbert Freudenberger y Gail North graduaron el proceso hasta este síndrome en doce fases:
- Primera fase: obligación de demostrarse su valía a uno mismo.
Al comienzo está el amor propio excesivo. Hay que demostrar a los demás y a uno mismo que se desempeñan las tareas especialmente bien y se consigue todo lo que se propone.
- Segunda fase: refuerzo de la movilización.
Predomina el sentimiento de tener que hacerlo todo uno mismo y demostrar que se es indispensable.
- Tercera fase: desatención a las propias necesidades.
En la planificación sólo hay lugar para las actividades profesionales.
- Cuarta fase: represión de los conflictos.
Pese a ser conscientes de las contradicciones internas, se rehúye afrontarlas. A partir de esta fase comienzan a notarse las primeras molestias corporales.
- Quinta fase: reinterpretación de valores.
Se desprecian aspectos antes importantes como la amistad o aficiones. El trabajo es ahora la única medida de la propia relevancia, del sentimiento de autoestima.
- Sexta fase: no aceptación de los problemas emergentes.
Intolerancia: se percibe a los demás como negligentes, ineptos e indisciplinados.
- Séptima fase: repliegue.
Se reducen al máximo los contactos sociales. En esta fase muchos recurren al alcohol y la automedicación.
- Octava fase: cambio evidente de comportamiento.
El entorno percibe los cambios.
- Novena fase: despersonalización.
Se rompe en contacto con uno mismo. Las perspectivas temporales se reducen al presente y la existencia se degrada en funciones meramente mecánicas.
- Décima fase: vacío interior.
Se busca compulsivamente ocupación, el tiempo de ocio es algo vacío y aletargado.
- Undécima fase: depresión.
La vida pierde se sentido. En esta fase el síndrome de agotamiento equivale a depresión.
- Duodécima fase: síndrome de agotamiento.
Desmoronamiento total psíquico y físico.
Psimetría Psicólogos Málaga
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